Cae la noche buscando su corazón en el océano . Vicente Huidobro

Frío de mayo






Voy tarareando a Filio
en los violines de mayo,
salpicado de un polvo
que me tiene convertido en demonio.
Blasfemo un poco contra el frío
de tus charlas
y me resigno a aplaudirte
en un concierto de soledades.

La tarde solitaria invita
a dar un paseo,
prefiero estar aquí, sentado
recordando a la amiga que se va:
una más de cuántas...
una más que se cae de mis bolsillos...
Que va!!!

Y esta tarde coqueta,
de bufanda en el cuello
espera, tacones altos
en la esquina
Solo aplaudo soledad de luna,
dulce amanecer de cometas.

(Eras tú uno de mis bastiones sagrados.
Eras)

Abrazos...

a la distancia. Si a ti te hablo.
Pequeña Ruty.

Pronto beberemos ese café
que tanto ha esperado
hasta ponerse canoso de plegaria.

Ella se marcha,
a España o al infierno, no recuerdo bien.
Creo que olvido despedirse.
La prisa evitó lágrimas y unas cuantas estupideces.

Concierto con repertorio ya conocido.

y sigo tarareando a Filio,
descuartizando los minutos
con trova y daga poética.

Sucede que me he acostumbrado al concierto de abril,
A sus agrias manos, a su estiércol,
a sus besos de amante fiera,
a esa ausencia infinita
¿debería decir, a no tenerte entre mis brazos?
Que va!!!

Buenaventura en la cúspide
de junio. Ella me ha olvidado. Al fin, ella me ha olvidado!!!

Como todas las cosas de la vida, pasa una más.
¿Importa acaso que me hayas olvidado?

Me he convertido en un demonio.
Lo sabrás algún día.
... ...???... ...

Alla voy...tarde gitana de cabellera ondulada.

Deja mortificarme un poco más
con este Filio
y esta tonada miserable
de romance fatalista.

Sólo a ti te pertenezco.
Me declaro tuyo,
prisionero, amante, perro en celo.

Como sea, todo ha terminado.
Me retracto:
ya ni recuerdo
cuando TODO tuvo un comienzo.

A ti, amiga...





Golpeé al viento, enajenado,
le saqué los dientes a la tarde
de un mazazo.

Sucede que quise ahorcar
esta distancia feroz
que tiene tu perfume
escapando por cada poro.

Mis lágrimas de soledad
hicieron encallar a la noche
en el bar
de los poemas melancólicos,
esos con olor a trenes abandonados,
a nocturna taberna solitaria,
a tenue luna susurrando mezcolanzas.

Sucede quq quería enjaularte
en miradas,
sentados como antaño
en las escaleras del liceo,
reírme de tus amores bobos
y saborear tus rabietas
de niña mimada.

Sucede que estás lejos,
cada día...más y mas...

Entradas más recientes Entradas antiguas Página Principal

Blogger Template by Blogcrowds