Cae la noche buscando su corazón en el océano . Vicente Huidobro

Plegaria a un Labrador

Aquí, comparto con todos un gran tema del chileno VICTOR JARA.
(Siempre vivo en nuestra memoria)

Plegaria a un labrador

Levántate y mira la montaña,
de donde viene el viento, el sol y el agua.
Tú, que manejas el curso de los ríos,
tú, que sembraste el vuelo de tu alma.

Levántate y mírate las manos.
Para crecer estréchala a tu hermano,
juntos iremos unidos en la sangre.
Hoy es el tiempo que puede ser mañana.

Líbranos de aquél que nos domina en la miseria.
Tráenos tu reino de justicia e igualdad.
Sopla como el viento la flor de la quebrada.
Limpia como el fuego el cañón de mi fusil.

Hágase por fin tu voluntad aquí en la tierra.
Danos tu fuerza y tu valor al combatir.
Sopla como el viento la flor de la quebrada.
Limpia como el fuego el cañón de mi fusil.

Levántate y mírate las manos.
Para crecer estréchala a tu hermano,
juntos iremos unidos en la sangre,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén. Amén. Amén.

Romina


Romina viaja tierna y nueva
de campo a estrella
y va subiendo por las teclas
del piano, escalera.
Romina se ha escapado lejos
tras de un conejo blanco
y aunque sabe que la esperan
se va jugando.
Romina lleva caramelos
que arroja del cielo
y cuando llega el aguacero
son dulces los sueños.
Para Romina entre los astros
es un jardín el espacio
y mientras viva la alegría
su día es largo.

Romina si tuvieras tiempo
piensa en mí.
Romina desde que estás lejos
no es sencillo ningún juego
de los que aprendí
para vivir.

Romina canta cuando baja
del monte a algún río
y cuando llega la mañana
los ojos le miro.
Para Romina una guitarra
resonará por siempre
que mientras viva la esperanza
Romina vuelve.

Romina duerme cuando noche
mecida en la luna
y desde allá nos reconoce
nos mira sin duda.
Si cuando el sol que da un domingo
promete un bello día
será seguro que contigo
Romina ría.


Cuando todos se vayan


CUANDO TODOS SE VAYAN

Cuando todos se vayan a otros planetas
yo quedaré en la ciudad abandonada
bebiendo un último vaso de cerveza,
y luego volveré al pueblo donde siempre regreso
como el borracho a la taberna
y el niño a cabalgar
en el balancín roto.
Y en el pueblo no tendré nada que hacer,
sino echarme luciérnagas a los bolsillos
o caminar a orillas de rieles oxidados
o sentarme en el roído mostrador de un almacén
para hablar con antiguos compañeros de escuela.

Como una araña que recorre
los mismos hilos de su red
caminaré sin prisa por las calles
invadidas de malezas
mirando los palomares
que se vienen abajo,
hasta llegar a mi casa
donde me encerraré a escuchar
discos de un cantante de 1930
sin cuidarme jamás de mirar
los caminos infinitos
trazados por los cohetes en el espacio.

Jorge Teillier

Entradas más recientes Entradas antiguas Página Principal

Blogger Template by Blogcrowds