Cae la noche buscando su corazón en el océano . Vicente Huidobro

Tren




TREN

Ella subió en los trenes de la noche,
moribunda, ahogándose en el fermento del viento
se columpió en los muslos crucificados
de la luna menguante, aullando como loca
Se desnudó como protesta,
 quitándose la vida una y otra vez
mientras pasaban los vagones.

Sabina cantó para ella
acordes de una canción cubista
y los matemáticos amantes se emborracharon
con su pasado de mujer.
Chorrearon los versos en las botellas de poesía,
la despidieron una y otra vez
mientras pasaban los vagones.

Despedida Muda




DESPEDIDA MUDA

El arco iris armó sus maletas,
sin exhalar un adiós se perdió entre los árboles.
Una masacre, un grito en el desierto fue mi alma.
Espere, en la estación de trenes
mas, te fuiste oculta en la lluvia.

No hubo tiempo para la luna
que iluminó tu carreta con problemas,
que estalló de alegría contigo en un pasado;
no hubo lágrimas, ni buenos deseos.
Solamente te embarcaste en el otoño
y la flor que tenía para darte
se calló con el murmullo de las hojas.
Me muele tu ausencia.

No hubieron adioses. No hubieron pañuelos blancos
Un fantasma me trae el aroma
de tus secretos desde el ayer.
La tarde, una serenata acongojada.

No hubo un último secreto.
Al emprender el vuelo
solo hubo silencio..

Despedida





Desperté soñando que el tren aún no partía,
que estaba ahí, en mi estación, sonriendo.

Cabizbajo tomé el último cigarrillo, el último
y lo derramé en la copa vacía sin tiempo,
alzando pañuelos blancos y de los otros
despedí a la última musa sobreviviente
desde la cama vacía del presente.

Abrí los fuegos artificiales verbales
hiriendo a unos cuantos proxenetas verbos
unos cuantos lobos se unieron a mi marcha:
llevaban panfletos heridos con balas de saliva.
Despedimos a la última musa sobreviviente
desde las camas vacías del presente.
.


Domingo


Camino abajo, bebo la poesía que viene envasada en gotas de lluvia
bebo el licor doliente en vasos de carne y hueso,
aullidos incoloros
metáforas desgarradas
tenue canto de hojas llevadas por el viento,
versos cojos en el riel del tiempo,
titilar de nostalgias que van y vienen,
sueños resfriados...

Camino abajo, la poesía que viene envasada en gotas de lluvia
se esparce en la cama solitaria,
solitarios acordes de menguante sonrisa.

Muerte




Ella subió en los trenes de la noche,
moribunda, ahogándose en el fermento del viento
se columpió en los muslos crucificados de la luna menguante
aullando como loca.
Se desnudo como protesta, quitándose la vida una y otra vez
mientras pasaban los vagones.

Sabina cantaba para ella
acordes de una canción cubista
y los matemáticos amantes se emborrachaban
con su pasado de mujer.
Chorreaban los versos en las botellas de poesía,
la despedían una y otra vez
mientras pasaban los vagones.


Playa del Recuerdo




Tu bravura se refleja
salvaje, rompiendo brava
el olor de los roqueríos
de mayo.
Tu cabalgar primitivo
susurra palabras mágicas,
conjuros que
besan la tosquedad de mis rocas.
Te diviso, te encuentro,
te abrazo,
en el muelle
te hago presente
de mi poesía incandescente.

Te hago mía, en la soledad de
la playa, te conquisto
en estos versos.
Soy aquel poeta sureño,
amante de la lluvia,
jinete que te llevo
mar adentro, recuerdas?
cuando una noche era suficiente
para saber que eramos los
amantes perfectos,
aquí estoy,
fotografiandote,
abriéndote paso en la niebla,
rozando el grado último
de racional locura,
gritando drogado
la maldición que te traiga
de regreso,
cantando con el demonio dentro
la tonada de nuestro último reencuentro.
RECHAZANDO cualquier atisbo
de olvido.





Nuevo poema en sección "Eratianos":
Mi Sombra

Pertenencia







Seré el maná anunciado por la lluvia
lluvia de junio, desbocando besos,
seduciendo con sus sábanas de luna llena.

Estamos en el tren, aquel que espero meses
en la estación de tus cuentos.
Estamos solos, pétalos desnudos;
champagne en el velador de las tertulias creacionistas.
Soy tuyo y lo sabes.

Oceano adentro se irán cantando himnos de alabanza
las chispas de la única luz permitida.
Será el galope un oleaje de ternura infartante.

Deslízate, mujer.
Abrázame en tus paredes.
Abrete al lenguaje de estos rieles,
no tendrás ocasión de huir.
Estos son mis dominios.
Me perteneces, las escrituras
así lo han decidido.

Esta noche, soy el único camino posible.

Sáciame de agua bendita.
Colmate de frutas maduras,
exprime el néctar de mi pecho.
Agítame en tu sexo.
Conquistame entre líneas,
entre besos, entre ir y venir
de versos.

No hay escapatoria.

Esta noche existe gracias a nosotros.

Grita y no tengas miedo
de lamer la miel
de un beso en llamas.

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