Estoy en la cresta de tu valle.
Con frío. Sin palabras.
El vacío que nos une me tiene
con una cara de estúpido.
Sonrío de mi ingenuo proceder.
Tus lomas tienen huellas de puma.
No estoy dispuesto a dar más luchas.
No más batallas por míseros centavos
de rojo carmesí.
Mi morral seguirá siendo mío.
Mañana tendrá unos cuantos poemas de odio
y una vela con olor a incienso
recorriendo las callejuelas
de mi olimpo malherido.
Es una batalla perdida.
Una más, como tantas más
que vendrán y estaré ahí para perderlas.
Compartamos este último cigarro, muchacha
de los ojos verdes.
Serán los últimos segundos
que me verás así,
queriendo besarte.
Mañana será otra guerra.
Mi guerra.
Esa donde borrarte de mi cama
será sólo el principio
de tu holocausto.
7 Comments:
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ME GUSTA, TE FELICITO.
MAR
Còmo duele algo tan hermoso, tan lleno de plenitud?
Còmo puede ser tan contradictorio?
Es asì, el dolor nos hace crecer y observar mejor lo que de verdad queremos a nuestro lado.
Hermosos versos mi amigo poeta.
Un abrazo enorme,
Susana- Agualuna
Oh que bello versoooooo! si lo veo en otro contexto,tu sabes no?.
"Quiereme en este instante
mujer de ojos verdes
quiereme y guarda este segundo
de nostalgia
...del amor que fue"
Besotes Amigo mio!
Menta
Mariella
Susana-Agualuna